LA SIMBÓLICA DE LA FORMACIÓN RELIGIOSA LATINOAMERICANA

• Autor(a) principal: Fiori, Luis Eduardo
• Data de Publicação: 2018
• Tipo de documento: Artigo
• Idioma: por
• Título da fonte: Labirinto (Porto Velho)
• Texto Completo: https://periodicos.unir.br/index.php/LABIRINTO/article/view/3176
• topic: Colonialidad. Catolicismo; América Latina; Formación

América Latina sigue siendo, por los 500 años desde su invasión por los europeos, escenario de incesantes vilipendios protagonizados por el vicioso matrimonio del poder civil con el poder eclesiástico. La inteligencia católica, no solo conocedora de la lógica interna del raciocinio del periodo colonial, sino que constituyéndose ella misma la formadora de esa lógica, en conjunto con el poder civil constituido, fue responsable por el sustrato cultural cristiano que domina nuestro territorio hasta hoy. Para lograr tan efectivo dominio, sacerdotes y altos prelados no economizaron esfuerzos y tampoco recursos de los más variados. Y, el resultado de su labor, fue la casi completa aniquilación de las culturas autóctonas, con sus lenguas, religiones, organizaciones sociales, tradiciones, cosmogonías, folclores etc. Este trabajo objetiva analizar cuál es el saldo resultante de los quinientos años de cristianismo mayoritariamente católico en América Latina y tendrá como eje las obras Sor Juana Inés de la Cruz, o la trampas de la fe y El laberinto de la soledad, ambos de Octavio Paz, en que se habla de “extirpación de la memoria” cuando se refiere al hecho de los católicos haber construido sus templos muchas veces sobre las ruinas de los templos aztecas, incas, mayas etc. aprovechándose de lo sagrado de los espacios. Ese tipo de usurpación es ilustrativo de las prácticas eclesiásticas en nuestra América Latina, ¿qué podemos hacer, entonces, para revisar nuestra historia y para poder proponer nueva lectura del papel de la iglesia en nuestra formación civilizacional? ¿Es posible pensar nuestra americanidad fuera de las balizas que el cristianismo nos impone con su ética, moral y sus códigos de conducta? ¿Es posible secularizar de hecho nuestras instituciones? ¿o la raigambre cristiana ya no permitirá que nuestra conciencia navegue las aguas del libre pensamiento?